Joaquín Vidal, presidente de la AAVT, entre el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez y el primer ministro francés, Édouard Philippe .

El presidente de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo (AAVT) y de la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo (FAAVT), Joaquín Vidal, acudió al acto de celebración de la Cooperación Antiterrorista Hispano-Francesa, realizado en el Palacio de la Moncloa ayer 1 de octubre y encabezado por el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro francés, Édouard Philippe.
Según el reporte de la prensa nacional acreditada y en particular de la extensa nota del diario El País, se trató de un acto sobrio, solemne, centrado en las víctimas, con los representantes de 16 asociaciones sentados en primera fila para reivindicar la colaboración francesa en la lucha contra ETA y el trabajo de todos los gobiernos españoles y franceses en los largos años de lucha contra el terror, con de policías y guardias civiles españoles, gendarmes franceses, jueces, políticos y víctimas, como celebración de la victoria de la democracia española y francesa y de las propias víctimas frente a ETA.
«Rendimos homenaje a la colaboración y la cooperación entre países que luchan bajo el manto que arropa la misma causa, para dar visibilidad a la victoria, para rendir un homenaje profundo y sentido al triunfo de las víctimas», aseveró Pedro Sánchez.
Sánchez reivindicó el trabajo de todos los gobiernos «y de todos los presidentes», si bien solo estaban presentes dos de ellos, los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Mariano Rajoy y José María Aznar, claves en la lucha contra ETA, habían sido invitados pero decidieron excusar su presencia.
«Resistimos primero y al final ganamos desde el Estado de derecho y con el compromiso de la sociedad vasca y española», aseveró Sánchez. El presidente español insistió en la importancia de que las víctimas tengan un papel muy destacado en el relato del final del terrorismo. «Esa narrativa les corresponde», subrayó.
El acto sirvió como colofón simbólico a una entrega de material incautado por las autoridades francesas a la banda terrorista de unos 8.000 efectos y documentos. Aunque ETA se ha disuelto, muchos de sus crímenes siguen sin esclarecer o están siendo juzgados y esta documentación puede servir para añadir pruebas o buscar imputaciones nuevas de algunos asesinatos.
«En estos documentos se ve la ingeniería ruin de los terroristas, que les llevaba a poner una bomba debajo de la silla de un niño para causar más impacto. Estos archivos cuentan la historia de muchos hombres que arriesgaron su vida en Francia para combatir a ETA, o de mujeres como la jueza Le Vert, que le dedicó la vida a esta lucha», expresó Édouard Philippe, quien aludió a Nicolás Sarkozy como hombre clave en la lucha contra la banda del lado francés y citó el libro Patria, de Fernando Aramburu, como un ejemplo para entender esa «violencia asesina y psicológica» que desplegaba ETA.
«Nunca podremos entender totalmente a las víctimas, comprender que lo más difícil para ellos a veces es asumir que la vida puede seguir», clamó Philippe, que recordó que el terrorismo, ahora el yihadista, sigue actuando en Francia y en España y por eso la colaboración sigue siendo necesaria.
Para finalizar la ceremonia, Sánchez impuso la encomienda de la orden de Isabel la Católica a las magistradas Hèléne Davo y Laurence Le Vert, quienes actuaron como juezas de enlace y desempeñaron un papel clave en la lucha antiterrorista.