COMUNICADO OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN ANDALUZA VÍCTIMAS DEL TERRORISMO EN EL DÍA EUROPEO DE LAS VÍCTIMAS Y EL 18 ANIVERSARIO DE LOS ATENTADOS DEL 11M

En este 2022 se cumplen 18 años del mayor atentado terrorista de la historia de España: Los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 en la capital de nuestro país, que pasaron a la posteridad como el 11M, e incluyeron ataques con explosivos en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid, llevados a cabo por Al Qaeda y el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, como quedó demostrado por la posterior investigación policial y las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo. Se trató de la mayor masacre terrorista cometida en España y la segunda mayor en la historia de Europa, con 192 personas asesinadas y alrededor de dos mil heridas.

Esa triste jornada y todos los sucesos posteriores nos demostraron no solamente el peligro creciente de otro tipo de terrorismo de corte más internacional y con tentáculos en todo el planeta, sino que nos dejaron también importantes lecciones sobre la imprescindible unidad de todos los demócratas, sean cuales sean sus ideas o intereses partidistas, para formar un bloque unido y fuerte contra toda expresión de terrorismo y en defensa de las víctimas.

Dieciocho años después, el terrorismo sigue más vivo que nunca en el mundo, con focos crecientes y preocupantes en zonas como el Sahel africano, con repercusiones geopolíticas importantes para los países del sur de Europa, entre ellos, España. Asistimos, además, con profunda tristeza y asombro, al desarrollo de una guerra en el propio continente europeo, tras la invasión rusa desatada por Vladimir Putin en Ucrania, con la consiguiente pérdida de vidas, el incremento exponencial del sufrimiento humano y la creación de un caldo de cultivo muy fértil para la desestabilización democrática, el irrespeto a la vida y el florecimiento todavía mayor del terrorismo de todo signo y calaña.

Frente a todo ello, la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo llama con mayor fuerza aún a levantar nuestra voz contra el ejercicio de la violencia como instrumento político, contra cualquier intento de justificación y blanqueamiento, tanto del terrorismo etarra como del yihadista o cualquier otra manifestación terrorista, sea del signo que sea.

Nuestra labor y la de todas las personas que defienden el primer derecho humano, el derecho a la vida, es hoy más necesaria que nunca. Siempre al lado de las víctimas, nunca de los asesinos. ¡Por la paz y la convivencia democrática! ¡Por el respeto a nuestros semejantes! ¡Por la dignidad de las víctimas! ¡Un NO rotundo al terrorismo y la violencia! ¡Por la memoria, por la justicia, por la dignidad, por la Vida!